SONETO DE LA MUJER AL SOL
Una mujer al sol es todo mi deseo
. Viene del mar, desnuda,
con los brazos en cruz,
y la flor de los labios abierta para el beso,
y en la piel, refulgente, el polen de la luz.
Una hermosa mujer,
los senos en reposo y caliente de sol,
nada más se precisa.
El vientre terso, el pelo húmedo,
y una sonrisa en la flor
de los labios abierta para el gozo.
Una mujer al sol
sobre quien yo me arroje
y a quien beba y me muerda
y con quien me lamente
y que al someterse se enfurezca y solloce,
e intente rechazarme
y que al sentirme ausente,
me busque nuevamente
y se quede a dormir cuando yo,
apaciguado, me disponga a partir.



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